The North Hollywood shootout, also known as the Battle of North Hollywood, was a confrontation between two heavily armed and armored bank robbers, Larry Phillips Jr. and Emil Mătăsăreanu, and police officers in the North Hollywood district of Los Angeles on February 28, 1997. Both robbers were killed, twelve police officers and eight civilians were injured, and numerous vehicles and other property were damaged or destroyed by the nearly 2,000 rounds of ammunition fired by the robbers and police.
At 9:16 a.m., Phillips and Mătăsăreanu entered and robbed Bank of America's North branch. The robbers were confronted by Los Angeles Police Department (LAPD) officers when they exited the bank and a shootout between the officers and robbers ensued. The robbers attempted to flee the scene, Phillips on foot and Mătăsăreanu in their getaway vehicle, while continuing to exchange fire with the officers. The shootout continued onto a residential street adjacent to the bank until Phillips, mortally wounded, killed himself; Mătăsăreanu was incapacitated by officers three blocks away and bled to death before the arrival of paramedics more than an hour later.
The ineffectiveness of the standard small-caliber police pistols and shotguns in penetrating the robbers' body armor contributed to motivating the arming of police patrol officers, not just SWAT teams, in Los Angeles and nationwide, with heavier firepower such as semi-automatic AR-15-style rifles.
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The North Hollywood shootout, also known as the Battle of North Hollywood, was a confrontation between two heavily armed and armored bank robbers, Larry Phillips Jr. and Emil Mătăsăreanu, and police officers in the North Hollywood district of Los Angeles on February 28, 1997. Both robbers were killed, twelve police officers and eight civilians were injured, and numerous vehicles and other property were damaged or destroyed by the nearly 2,000 rounds of ammunition fired by the robbers and police.
At 9:16 a.m., Phillips and Mătăsăreanu entered and robbed Bank of America's North branch. The robbers were confronted by Los Angeles Police Department (LAPD) officers when they exited the bank and a shootout between the officers and robbers ensued. The robbers attempted to flee the scene, Phillips on foot and Mătăsăreanu in their getaway vehicle, while continuing to exchange fire with the officers. The shootout continued onto a residential street adjacent to the bank until Phillips, mortally wounded, killed himself; Mătăsăreanu was incapacitated by officers three blocks away and bled to death before the arrival of paramedics more than an hour later.
The ineffectiveness of the standard small-caliber police pistols and shotguns in penetrating the robbers' body armor contributed to motivating the arming of police patrol officers, not just SWAT teams, in Los Angeles and nationwide, with heavier firepower such as semi-automatic AR-15-style rifles.
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El North Hollywood shootout, fue un enfrentamiento entre dos ladrones de banco fuertemente armados y agentes de la policía en el norte de Hollywood Distrito de Los Ángeles el 28 de febrero de 1997.
Los dos ladrones murieron, doce policías y ocho civiles resultaron heridos y numerosos vehículos y otras propiedades resultaron dañadas o destruidas por las casi 2.000 municiones disparadas por los ladrones y la policía. Este episodio histórico sería conocido como the Battle of North Hollywood.
En la mañana del viernes 28 de febrero de 1997 a las 9:16 am, mientras muchos angelinos iban al trabajo conduciendo lentamente en el tráfico matutino tarareando quizas la canción “Thank God is Friday” y contemplando los planes del próximo fin de semana, en un barriotranquilo del norte de Hollywood se estaba produciendo una pesadilla.
Larry Phillips Jr. y Emil Mătăsăreanu entraron y robaron en la sucursal del Bank of America ubicada en 6600 Laurel Canyon Boulevard.
Larry Eugene Phillips Jr. (nacido el 20 de septiembre de 1970) y Decebal Stefan Emilian "Emil" Mătăsăreanu (nacido el 19 de julio de 1966) se conocieron por primera vez en Los Ángeles, California, en 1989. Phillips y Mătăsăreanu tenían intereses mutuos en el levantamiento de pesas, weightlifting, el culturismo, bodybuilding y las armas de fuego o firearms.
Antes de conocerse, Phillips era un Delincuente habitual, responsable de múltiples estafas o scams y numerosos cargos de hurto o shoplifting. Mătăsăreanu, por el otro lado, nacido en Timisoara, Rumania a padres que se mudaron a Los Ángeles en 1974, era un ingeniero eléctrico y dirigió un negocio de reparación de computadoras no muy exitoso.
Durante los primeros años de la década de los 90s, les delincuentes se dedicaron a robar, usando siempre chalecos antibalas body armor vests, y armas semiautomáticas.
Ambos cumplieron 100 días de cárcel y fueron condenados a tres años de prisión con libertad condicional por los delitos. Pero la cárcel no sirvió de mucho pues aún así, continuaron su carrera delincuente.
El 14 de junio de 1995, Phillips y Mătăsăreanu tendieron una emboscada o ambushed a un vehículo blindado de Brink en Winnetka, en el Valle de San Fernando en Los Ángeles, matando a un guardia, Herman Cook, e hiriendo gravemente a otro.
En mayo de 1996 asaltaron dos sucursales o branches del Bank of America en el Valle de San Fernando, robando aproximadamente 1.5 millones de dólares.
Ya para entonces, los delincuentes eran y conocidos por los investigadores como “bandidos de alto incidente" "High Incident Bandits" debido al armamento tan sofisticado que habían usado en los tres robos antes de su intento en North Hollywood.
Pero los delincuentes no detendrían su camino de delitos ahí. después de muchos meses de preparación comenzaron a planear un golpe más, este sería la sucursal del Bank of America en North Hollywood.
Durante mucho tiempo Phillips y Mătăsăreanu se dieron a la tarea de hacer un reconocimiento total del área para obtener información de la zona, comenzaron a explorar las calles, a darse cuenta de la cantidad de empleados que trabajaban en el banco, la hora en la cual no habría muchos clientes adentro, cuantas guardias y cámaras de seguridad había, cuantos minutos tardaría la policía en responder al incidente y hasta que ruta deberían de seguir para poder huir o flee.
Pero lo más inquietante era el armamento tan sofisticado con el que contaban, tenían un rifle semiautomático HK-91 y varias armas convertidas ilegalmente: dos rifles de asalto Tipo 56 completamente automático y un Bushmaster XM-15.
En la mañana del 28 de febrero de 1997, Phillips de 26 años y Mătăsăreanu de 30, conduciendo un carro Chevrolet Celebrity blanco de 1987, llegaron a la sucursal del Bank of America en la intersección de Laurel Canyon Boulevard y Archwood Street en North Hollywood alrededor de las 9:16 a.m., y pusieron las alarmas de su reloj a ocho minutos, el tiempo que ellos que habían estimado que sería la respuesta policial.
Phillips había utilizado un escáner de radio para monitorear las transmisiones policiales antes del robo y poder determinar el plazo de tiempo del que disponían.
Antes de entrar al banco, los ladrones pusieron frascos con gasolina y los colocaron en el asiento trasero del carro con la intención de prenderle fuego al auto y a las armas para destruir así las pruebas tras el robo.
Antes de entrar al banco, se tomaron el barbitúrico fenobarbital, un sedante para calmar sus nervios. Después de su muerte, el laboratorio de la oficina del forense encontró en el reporte de Toxicología efedrina en la sangre de los asaltantes.
Phillips llevaba aproximadamente 40 libras (18 kg) de equipo, incluido un chaleco antibalas; a chaleco de carga con múltiples bolsas de munición militar; y varias piezas de armadura casera homemade body armor para cubrirse las piernas y los brazos.
Mătăsăreanu llevaba sólo un chaleco antibalas metálico con placa balística o balistic plate. Además, Los dos hombres sincronizaron sus relojes para saber con cuanto tiempo contaban y entraron.
Mientras los dos caminaba hacia el banco, fueron vistos por dos agentes de policía de Los Ángeles, Loren Farell y Martin Perello, que conducían por Laurel Canyon en una patrulla. El oficial Farell hizo una llamada por radio: solicitando ayuda, y dijo tenemos un posible 211 en progreso en el Bank of America. El llamado 211, se refiere a la Sección 211 del Código Penal de California como delito de robo, y define en términos generales como un robo que utiliza la fuerza. Debido a que el robo implica el uso de la fuerza o el miedo e intimidación, se considera un delito grave que puede resultar en sentencias de prisión sustanciales.
Cuando entraron al banco, cada uno armado con un rifle Norinco Tipo 56 S-1, Phillips y Mătăsăreanu ordenaron a un cliente a abandonar el vestíbulo del cajero automático cerca de la entrada del banco y lo obligaron al suelo. Un guardia de seguridad que estaba dentro vio a los ladrones fuertemente armados y llamó por radio a su compañero quien se encontraba afuera en el estacionamiento para llamar a la policía; pero la llamada no fue recibida.
Phillips gritó: "¡Esto es un maldito atraco!"] antes de que él y Mătăsăreanu abrieran fuego contra el techo en un intento de asustar a los aproximadamente treinta empleados y clientes del banco y desalentar la resistencia.
Mătăsăreanu abrió fuego y dio un disparo la puerta a prueba de balas o bulletproof door y obtuvo acceso a los cajeros y la bóveda o tellers and vault. Los ladrones obligaron al subgerente John Villigrana a abrir la bóveda y comenzar a llenar su bolsa de dinero. Sin embargo, debido a un cambio en el calendario de entregas del banco, la bóveda contenía significativamente menos de los 750.000 dólares que los ladrones esperaban.
Mătăsăreanu, enfurecido por este acontecimiento, discutió con Villigrana y exigió más. En una aparente muestra de frustración, Mătăsăreanu disparó un cargador lleno de 75 balas contra la caja fuerte del banco, destruyendo gran parte del dinero restante. Luego intentó abrir el cajero automático del banco, pero debido a un cambio de políticas, el gerente de la sucursal ya no tenía acceso al dinero que había dentro.
Antes de marcharse, los ladrones encerraron a los rehenes o hostages en la bóveda del banco y afortunadamente no hubo muertos. Al final, los dos se fueron con tan solo un poco más $300,000 dólares y tres paquetes de tinte o dye packs, los cuales explotaron arruinando el dinero que robaron.
Todo Comenzó como otro hermoso día en Los Ángeles. Luego, poco después de las 9 a. m., una escena espectral de combate apareció en las pantallas de televisión de toda la ciudad.
Afuera, los primeros agentes que respondieron escucharon los disparos dentro del banco e hicieron otra llamada por radio informando de "disparos" antes de refugiarse detrás de su patrulla.
Mientras los ladrones todavía estaban adentro, unidades adicionales de patrulla y detectives de la División de North Hollywood llegaron y tomaron posiciones estratégicas en las cuatro esquinas del banco, estableciendo un perímetro a su alrededor.
Dos figuras con armadura, de pie tranquilamente frente a un banco, lanzaban fuego de ametralladora a un enjambre de agentes de policía que respondían con pistolas desde detrás de las puertas de los coches y de los árboles.
En cuestión de minutos, el estacionamiento afuera del Bank of America en Laurel Canyon Boulevard en North Hollywood estaba en las pantallas de televisión de todo el país, mientras espectadores incrédulos observaban cómo se desarrollaba la batalla en transmisiones en vivo desde helicópteros de la cadena que sobrevolaban el lugar.
Aproximadamente a las 9:24 a. m., Phillips salió por la puerta norte y, después de ver un coche patrulla de la policía a 200 pies (60 m) de distancia, abrió fuego durante varios minutos. En el tiroteo inicial, initial shooting, Phillips hirió al sargento Dean Haynes, los oficiales Martin Whitfield, James Zaboravan y Stuart Guy, a los detectives William Krulac y Tracey Ángeles, así como a tres civiles que se habían refugiado detrás de la patrulla de Haynes.
Phillips también disparó contra un helicóptero de LAPD pilotado por Charles D. Perriguey Jr. mientras inspeccionaba la escena desde arriba, lo que lo obligó a retirarse a una distancia más segura. Phillips se retiró brevemente al interior del banco y luego resurgió por la puerta norte, mientras que Mătăsăreanu salió por la salida sur.
Durante 44 minutos, Phillips y Mătăsăreanu continuaron enfrentándose a los agentes, disparando ráfagas esporádicas contra las patrullas que en frente al banco y en el estacionamiento al otro lado de la calle.
Oficiales, que en su mayoría estaban armados con armas de fuego estándar en ese momento como pistolas Beretta 9mm, pistola revolver de .38 especial Smith & Wesson y escopetas o shotguns, se enfrentaron a los ladrones de bancos, esquivando ráfagas de balas de alto poder, les disparaban a sus objetivos con cientos de disparos que rebotaron sin causarles daño, y descubrieron que sus pistolas y escopetas no penetraban el chaleco antibalas usado por Phillips y Mătăsăreanu.
Después de unos minutos el equipo SWAT llegó desde lejos para igualar la potencia de fuego, ya que estaban armados con rifles AR-15,
Mientras aún estaba en el estacionamiento, Mătăsăreanu recibió un disparo en la pierna derecha y el brazo izquierdo. Luego, un cuarto proyectil laceró cerca del ojo derecho y lo obligó a agacharse o duck, detrás del auto de la fuga o the getaway car en estado de shock; Posteriormente abandonó su bolsa con el dinero robado, entró en el carro y puso en marcha el motor.
Phillips recuperó el un rifle del maletero abierto o trunk, y continuó disparando contra los oficiales mientras caminaba junto al carro, usándolo como cobertura.
Cuando Phillips se acercaba al lado del pasajero del carro, las balas disparadas por la policía lo golpearon en el hombro. El carro se alejó dejando a Philips en la calle.
A las 9:52 a. m., Phillips giró hacia el este en Archwood Street y se refugió detrás de un camión estacionado donde continuó disparando contra la policía hasta que su rifle se trabo o jammed.
Incapaz de continuar debido a una herida de bala en su muñeca izquierda, dejó caer el rifle y sacó una pistola Beretta 92FS, que comenzó a disparar.
Luego el oficial Conrado Torrez le disparó en la mano derecha, lo que le hizo soltar la pistola. Philips recupero la pistola de inmediato, se colocó el cañón debajo de la barbilla y disparó. Mientras caía, el oficial John Caprarelli le disparó en la parte superior del torso hiriéndolo en la columna. Los tiros fueron fatales.
Los agentes al otro lado de la calle continuaron disparando al cuerpo de Phillips varias veces mientras estaba en el suelo. Después de que cesaron los disparos, los agentes de la zona rodearon a Phillips, lo esposaron como si estuviera vivo y le quitaron la máscara.
Por otro lado, Mătăsăreanu quien intentaba huir, no lo logro puesto que el vehículo quedó inutilizable después de que dos de sus llantas quedaron ponchadas por los disparados y el parabrisas o windshield quedara estrellado de agujeros de bala.
A las 9:56 a. m., Mătăsăreanu abandono su coche e intentó robar otro carro, un Jeep gladiador amarillo de 1963 en Archwood St. el conductor logro huir a pie,
Rápidamente Mătăsăreanu transfirió todas sus armas y municiones desde el auto de fuga, pero no pudo operar el Jeep debido a que el conductor encendió el interruptor eléctrico kill switch antes de huir.
Una patrulla conducida por los oficiales SWAT a llegó rápidamente y se detuvo cerca de donde se le podía tirar a Mătăsăreanu. Mătăsăreanu se puso a cubierto detrás del coche de fuga original y se enfrentó a la policía en una lluvia de disparos casi ininterrumpidos por dos minutos y medio.
El oficial SWAT Donnie Anderson, disparó su AR-15 debajo de los coches e hirió a Mătăsăreanu en la parte inferior de sus piernas desprotegidas; pronto no pudo continuar y levantó las manos en señal de rendición.
La policía llamó por radio a una ambulancia, pero el personal de la ambulancia no podía acercarse y entrar en "la zona caliente", ya que la zona no estaba despejada y Mătăsăreanu todavía se consideraba peligroso.
Mătăsăreanu, maldiciendo en voz alta murió antes de que la ambulancia y los paramédicos pudieran llegar al lugar casi 70 minutos después. Los reportes posteriores mostraron que Mătăsăreanu fue baleado 29 veces en las piernas y murió del trauma debido a la excesiva pérdida de sangre.
La mayor parte del incidente, incluida la muerte de Phillips y la rendición de Mătăsăreanu, fue retransmitido en directo por helicópteros de noticias, que sobrevolaron el lugar y televisaron la acción a medida que se desarrollaban los acontecimientos.
El tiroteo en North Hollywood terminó con los dos perpetradores, muertos en la calle. Once agentes resultaron heridos, pero ninguno murió.
Durante este hecho, se vio claramente la ineficacia de las pistolas y escopetas policiales estándar de pequeño calibre para penetrar los chalecos antibalas. Este hecho histórico contribuyo a que todas las agencias del país revisaran sus normas de armamento de agentes de policía. Las agencias armaron a sus agentes en todo el país con rifles y pistolas semiautomáticas.
Desde entonces, el incidente ha inspirado e influido en muchos medios, como películas y varios documentales de televisión. Incluida la película 211 del 2018 protagonizada por Nicolas Cage y , el Videojuego de 2013 Grand Theft Auto V que contiene una misión, basada libremente en este evento.
Los efectos del tirotea casi 30 años después, siguen grabados en la mente colectiva local y nacional y se suman a una más de las inimaginables vivencias que han ocurrido durante la década de los 90s, como los disturbios de Los Ángeles a cause de la golpiza de Rodney King en 1992, y el terremoto de Northrigde de 1994.
Esta pasa a ser otra página sangrienta en la historia de la ciudad de Los Ángeles