Intermediate Spanish Stories

E08: La Segregación Racial de 1930

June 02, 2021 InterSpanish Season 1 Episode 8
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E08: La Segregación Racial de 1930
Show Notes Transcript

Racial segregation of Mexican students in the California public school system during the 1910s and 1920s traces its origins to racial ideologies of Anglo-Saxon superiority from the 19th century. “The Eugenics Movement”, an applied ideology of improving the genetic traits and quality of the human population strongly advocated superiority and inferiority beliefs.

In the 1930s racial segregation allowed for the creation of separate white and Mexican schools, with two distinct parallel curriculums: intellectual academic preparation for European American children and manual, agricultural, domestic, decorative, and vocational instruction for Mexican children. And thus,  generations of Mexican-American children were predestined to take their roles on the lower rungs of the socioeconomic scale, perpetuating the division of classes. 




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 Vivir en un país con buen acceso a la educación, indudablemente marcará la diferencia en la calidad de vida de cualquier estudiante y en su formación académica. 

Sin la educación, no será posible romper los ciclos de pobreza, de desigualdad e injusticia social.

 La educación es uno de los componentes más importantes en la economía de cualquier país del mundo. Su calidad marca significativamente el avance de una persona o una sociedad, así como el desarrollo de toda una nación. 

 

La segregación racial de estudiantes mexicanos en el sistema de educacion pública de California durante las décadas de 1910 y 1920 tiene sus orígenes en las ideologías raciales de la superioridad anglosajona del siglo XIX. 

El darwinismo social es un término que se refiere a varias teorías que surgieron en Europa Occidental y Norteamérica en la década de 1870. Esta teoría de superioridad se ha usado para justificar imperialismo, racismo, eugenesia e inigualdad social en varias etapas de la historia de los últimos siglos. 

Ideologías de la superioridad anglosajona del siglo XIX

En la década de 1880, Sir Francis Galton, un científico, antropólogo y psicólogo inglés victoriano introdujo la teoría de la eugenesia, una ideología aplicada para mejorar los rasgos genéticos y la calidad de la población humana. El movimiento eugenésico ganó gran aceptación en Inglaterra y creció hasta convertirse en el epicentro de una nueva revolución científica y social durante el final del siglo XIX.  Herbert Spencer, también filósofo inglés y teórico prominente, influenciado por la investigación de Charles Darwin, introdujo una teoría social nueva e innovadora basada en ideologías racistas. Spencer y Galton iniciaron la era del "darwinismo social"

Los darwinistas sociales, proporcionaron la evidencia "científica" de la superioridad biológica y racial anglosajona que influyó en las prácticas desiguales de injusticia social y discriminación contra las minorías étnicas. 

“El Movimiento Eugenésico” promovió ideas de esterilización de poblaciones, dirigidas a minorías y blancos pobres de bajos recursos y se pensó que la segregación social de las razas inferiores era necesaria para perpetuar la pureza y la superioridad racial de la raza anglosajona. 

La infiltración gradual de estas filosofías en la fibra del tejido cultural estadounidense se produjo en Inglaterra con la introducción de la “teoría del origen teutónico” en la década de 1870. Esta teoría era una ideología del separatismo racial que veía a la raza teutónica o raza aria como una raza superior de mayor composición genética: alguien de cabello rubio, piel blanca, ojos azules, estatura alta y nariz estrecha. Este punto de vista racial fue rápidamente aceptado como la única racionalización de la superioridad natural de los anglosajones.

La teoría llevó la ideología a un nacionalismo eufórico y ofreció una justificación para el dominio político y el imperialismo en Estados Unidos. Durante este tiempo, los euroamericanos se consideraban a sí mismos como el "Pueblo Elegido de Dios” seleccionado por la deidad suprema para conquistar, oprimir y gobernar otras razas como parte de “Su Plan Divino." 

Una vez que los angloamericanos pudieron justificar un acto tan descaradamente anticristiano, se volvió moralmente correcto deshumanizar a todos los grupos étnicos e institucionalizar todas las formas de segregación. 

Estas distinciones y actitudes étnicas dieron paso al etnocentrismo crítico y a la intolerancia de la cultura, los valores y las normas de los grupos minoritarios. Uno de esos grupos minoritarios eran los mexicanos, a quienes se les consideraba una raza mixta inferior. 

Se decía que estos fueron el producto de dos razas inferiores, los españoles y los nativos de México. Según las teorías raciales de la época, los mexicanos exhiben características biológicas y culturales inferiores, y la victoria de la guerra entre México y Estados Unidos de 1848 sirvió para confirmar estos supuestos.

La sociedad estadounidense todavía albergaba sentimientos de superioridad y seguía creyendo que las minorías raciales eran biológicamente inferiores a los blancos. Se introdujeron nuevas teorías que indicaban la necesidad de segregar a las minorías para evitar la degeneración cultural de los anglosajones y asi poder justificar las prácticas de exclusión social por motivos raciales.

La gran immigración de los mexicanos

Al final de los 1800s, la expansión de los Estados Unidos en el suroeste del territorio norteamericano, la industria y las oportunidades laborales provocaron un aumento dramático en la inmigración mexicana permanente atraídos por las oportunidades de trabajo de bajos pago en California, al suroeste de los Estados Unidos, aumentando la población mexicana y cambiando para siempre el panorama social. La década de 1920, en particular, fue testigo de un 'renacimiento' de la influencia cultural, social, económica y política mexicana y mexicoamericana.

Los angloamericanos en todo el estado se enfurecieron por el “problema’ de la imigracion de mexicanos, los cuales, con frecuencia no eran bienvenidos y no respondieron favorablemente a los nuevos cambios demográficos y el aumento de la población de "extranjeros" y exigieron al gobierno que actuara en todas sus formas de segregación social y fue vista por muchos como la división natural entre una raza inferior y una superior.

Los pueblos viejos de México eran vistos por la mayoría de los estadounidenses como extranjeros, atrasados y como lugares indeseables para vivir. En ciudades como San Francisco, San José, Santa Bárbara, Los Ángeles, San Diego, Santa Cruz y Monterey, los angloamericanos reestructuraron los antiguos barrios mediante la construcción de nuevas subdivisiones y prohibieron a los mexicanos mudarse a esas zonas privilegiadas. En todo California, la segregación residencial de los mexicanos se impuso mediante el uso del acoso racial y la violencia.

 En la década de 1920, los mexicanos fueron excluidos de las instalaciones y servicios públicos, la vivienda, la atención médica, la educación, las oportunidades de empleo; y a medida que el tamaño de la población mexicana aumentó en California, la segregación escolar de los estudiantes mexicanos aumentó, y para 1928, la segregación se había convertido en una práctica estándar. 

 

Proceso de Segregación

En el verano de 1918, se llegó a una de esas decisiones y decían en parte: "La segregación es completamente necesaria desde los puntos de vista de la moral y educativos, y que sería una gran injusticia para nuestra escuela, nuestros maestros y nuestros niños si los estudiantes mexicanos continúan asistiendo a la escuela Lincoln de manera integrada”.

 En los meses siguientes, la junta continuó revisando sus políticas segregacionistas y se llegó al acuerdo de que era legal segregar a los mexicanos por motivos de idioma, exceso de edad o asistencia irregular. Por lo tanto, la práctica actual de segregar a los niños mexicanos estaba plenamente respaldada por la ley.

El acuerdo fue unánime y se tomó la decisión final de que todos los niños descendientes de mexicanos serían colocados en escuelas mexicanas segregadas. Para 1930, la segregación había alcanzado su forma final y rara vez se volvía a hablar de segregación.

 

Evidencia científica de la segregación

Lewis Terman, un destacado eugenista, fue profesor de psicología educativa en la Universidad de Stanford. Terman ofreció evidencia de sus "estudios raciales de investigación de pruebas de inteligencia que respaldan la opinión de que los negros, los nativos americanos y los mexicanos eran intelectualmente inferiores en comparacion de los blancos, tambien decia que había una conexión entre la herencia de los niños mexicanos y su coeficiente intelectual o en inglés el IQ.

Las pruebas de coeficiente intelectual eran administradas con instrucciones en el idioma inglés, y predisponian a los estudiantes mexicanos que no hablaban o entendían el inglés a fallar las prueba por las barreras y diferencias del idioma. Obviamente, los niños mexicanos obtenían puntuaciones considerablemente más bajas que los niños angloamericanos, no por ser inferiores, sino porque no hablaban y entendían el idioma. 

Estas ‘pruebas’ proporcionaron la "evidencia y la confirmación" de la inferioridad intelectual de los niños mexicanos en comparación con los niños angloamericanos.

 Se decía que las deficiencias de los estudiantes mexicanos, según estas medidas, eran biológicas y no culturales, eran permanentes, heredables y algo que no se podía cambiar. 

Usando el idioma como justificación, la segregación fue necesaria para proveerles una instrucción especial en escuelas separadas y brindarles una educación inferior. 

Esta “evidencia” de su supuesta inferioridad, abrió el camino para legitimar y sancionar la segregación social y racial en California durante la década de 1920 y por consecuencia, la igualdad de oportunidades educativas para la comunidad mexicana se percibió como una carga económica y una pérdida de tiempo para la comunidad angloamericana. Por ello, se estableció que los estudiantes mexicanos debían de ser instruidos en escuelas separadas para que no impidan el avance académico de sus compañeros blancos.

Segregación escolar: división de clases

Históricamente, la segregación racial ha jugado un papel importante en la injusticia de la desigualdad educativa para los grupos étnicos minoritarios. A lo largo de gran parte de la historia de esta nación, las minorías fueron educadas en escuelas separadas con muchos menos recursos educativos que los estudiantes blancos.

A finales de la década de 1920, el sistema de escuelas públicas en California pasó a ser la estrategia ideal para los defensores de la americanización y los científicos sociales: una alta preparación académica intelectual para los niños angloamericanos, mientras que enfatizaban un programa de educación inferior, deficiente y barato en la instrucción manual, agrícola, doméstica, decorativa y vocacional para los niños mexicanos. 

La segregación racial permitió la creación de escuelas separadas para blancos y mexicanos, con dos planes de estudio paralelos distintos. Las políticas escolares tenían como objetivo preservar el poder y los privilegios de los blancos mientra que limitaba a los inmigrantes mexicanos y los predestinaba a posiciones sociales y económicas subordinadas en la sociedad. 

Los programas educativos no solo marginan a los niños por grupos raciales, sino también por líneas sexuales dentro de las clases segregadas, como si cada género tuviera solo una gama limitada de habilidades, intereses y funciones económicas que desempeñar. 

Los niños mexicanos fueron capacitados en ocupaciones tradicionales orientadas a los hombres y aprendieron a usar herramientas para el trabajo manual, agrícola y vocacional mientras que a las niñas se les preparó con lecciones de cuidado infantil, lavado, cocina, aseo, costura y cuidado en el hogar para prepararlas para el trabajo doméstico, el empleo industrial ligero no calificado y la maternidad.

Los niños mexicanos estaban siendo convertidos en una fuente de trabajo para las tareas productivas más exigentes físicamente y peor pagadas de la economía local al entrar al sector de trabajos serviles y manuales como domésticas, cocineras niñeras, jardineros, pintores etc.

 Los planes de estudio especiales diseñados para los alumnos mexicanos sistemáticamente negaron las oportunidades de ascenso económico, movilidad política y social.

Y así, los mexicanos entraron a ser parte de los bajos peldaños socioeconómicos del sistema y nunca se les instruyó en clases de economía, negocios, medicina, leyes, matemáticas etc para que pudieran trabajar competitivamente con los angloamericanos y crearon una profunda desigualdad de clase dimensional socioeconómica que separó las líneas de nacionalidad entre los dos grupos. 

Diferencias de espacio físico e intelectual

En todo el sur de California, los estudiantes mexicanos ya estigmatizados por la práctica de la segregación fueron condenados a aprender en instalaciones de mala calidad. Los edificios escolares en ruinas y deteriorados que servían como escuelas mexicanas fueron descritos como inadecuados e inferiores. Las escuelas a menudo se ubicaban en edificios no convencionales, incluyendo graneros y establos inadecuadamente amueblados con muebles viejos e inservibles.

Las escuelas públicas del sur de California repitieron este proceso año tras año durante décadas y produjeron generaciones de trabajadores mediocres agrícolas y asistentes domésticos académicamente ignorantes, serviles y sumisos en todo el panorama social, consolidando una posición formalmente separada y subordinada en el suroeste de los Estados Unidos en los ejes de raza, clase y género, que existe aun hasta el dia de hoy. 


Méndez v. Westminster

Durante la Segunda Guerra Mundial, Gonzalo Méndez vivió en una granja ubicada en Westminster, una pequeña ciudad en el condado de Orange en el sur de California. Méndez trasladó a su familia a la granja, que estaba cerca de una escuela primaria designada para niños blancos en Westminster.

 En septiembre de 1944, los funcionarios de la escuela de Westminster le dijeron a Méndez que sus tres hijos tendrían que asistir a la "escuela mexicana", la primaria Hoover. Años más tarde, uno de los niños de Méndez recordaba la escuela Hoover como "una choza terrible" que no tenía patio de juegos y estaba al lado de un establo de vacas con una cerca electrificada.

Méndez organizó a los padres mexicano-americanos para desafiar la segregación de sus hijos en Westminster y otros tres distritos escolares del Condado de Orange. En 1945, Méndez y los otros padres demandaron a los distritos escolares en un tribunal federal. Méndez contrató al abogado de derechos civiles de Los Ángeles, David Marcus, para defender su caso.

Marcus presentó evidencia de que la segregación de estudiantes debido a su origen étnico los perjudicaba. Quizás el testimonio más efectivo ocurrió cuando Gonzalo Méndez testificó, en inglés, sobre cómo se sintió cuando a sus hijos se les pidió que asistiera a una escuela segregada en ruinas con libros escolares viejos descartados de la escuela blanca.

Joel Ogle, el abogado del condado de Orange defendió a los distritos escolares.

Ogle además justificó las "escuelas mexicanas" como necesarias para "brindar instrucción especial a estudiantes que no dominan el inglés y no están familiarizados con los valores y costumbres estadounidenses". Insistió en que estas escuelas separadas eran iguales a las escuelas blancas y que, por lo tanto, concluyó, eran constitucionales.

 En febrero de 1946, el juez Paul J. McCormick decidió el caso Méndez a favor de los padres mexicoamericanos y ordenó a las juntas escolares de Westminster y los otros tres distritos que pusieran fin a "nuevas prácticas discriminatorias" contra los alumnos de ascendencia mexicana.

 Por lo tanto, el caso Méndez terminó como la primera decisión federal exitosa en la nación de desegregación de una escuela. 

 En junio de 1947, el gobernador de California, Earl Warren, firmó este caso como ley poniendo así fin a casi 100 años de segregación de las escuelas públicas en el estado.

 Gonzalo y Felicita Méndez reanudaron tranquilamente sus modestas vidas. Su hija menor, Sylvia Mendez, que nunca asistió a la escuela segregada de Hoover, no supo sobre su papel clave para poner fin a la educación segregada en California hasta que lo leyó en la universidad.

Sylvia Mendez obtuvo una licenciatura en enfermería y después de su retiro de una larga carrera como asistente de Director de enfermería en el pabellón pediátrico de Los Angeles University of Southern California Medical Center, la señora Méndez dedicó su vida a contar la historia de su familia y el legado del caso, y en 2011 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad del presidente Obama por su defensa de oportunidades educativas para "los niños de todos los orígenes y todos los ámbitos de la vida".

En 1998, Westminster honró a Gonzalo y Felicita Méndez al nombrar una nueva escuela en su honor. En 2007, el Servicio Postal de los Estados Unidos emitió un sello que conmemora el sexagésimo (60th) aniversario del caso histórico Mendez vs. Westminster.

Entre los años 2000 y 2015, la asistencia a la universidad entre los mexicoamericanos y sus tasas de graduación están aumentando. Más de la mitad de estos estudiantes (54%) ahora terminan la universidad en seis años. Hoy día, los mexicoamericanos de segunda generación son más competitivos en la economía del país y han allanado el camino hacia la educación superior para las generaciones venideras. Y juntos hemos logrado el Sueño Americano. ¡Si se puede!

 
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